Cómo tratar a personas discapacitadas en la sala de emergencias
Las visitas a la sala de emergencias pueden ser particularmente difíciles para las personas con discapacidades. Los siguientes indicadores están destinados a ayudar al personal médico que trabaja con personas con discapacidades intelectuales, de desarrollo y físicas en el contexto de la sala de emergencias. Si bien la conveniencia y el triaje pueden ser un obstáculo a las oportunidades para dialogar, el personal médico puede sorprenderse de que unos pocos cambios menores en la comunicación pueden mejorar la experiencia en la sala de emergencias para todos los involucrados.
Consejos para los médicos de la sala de emergencias
- Dirige tu comunicación al paciente discapacitado, incluso si han llevado a alguien en un papel de ayudante. Si no estás seguro de lo que el ayudante del paciente debe escuchar o saber, pídele orientación al paciente.
- Si es posible, comunícate con el asistente del paciente, su coordinador de casos o su proveedor de atención primaria para conocer la manera más efectiva de comunicarse con tu paciente y cualquier otra adaptación que puedan necesitar.
- No se puede determinar la calidad de vida de una persona discapacitada con solo mirarla; resístete a hacer suposiciones. Pregunta sobre los rasgos, características y función de su base de referencia (los valores del estado de salud “normal” o “usual” de una persona). Así como la mayoría de las personas, incluso las personas con discapacidades complejas tienen vidas familiares y laborales, metas, pasiones y temores.
- Algunas personas tienen discapacidades sensoriales que hacen que las luces brillantes y los ruidos fuertes de una sala de emergencias sean dolorosos para ellos y perjudiquen su capacidad para comunicarse de manera efectiva. Pregunta a tus pacientes si esto es un problema para ellos/as y, de ser así, haz adaptaciones si es posible (por ejemplo, una habitación con una puerta en lugar de una cortina; iluminación tenue, etc.)
- Dile a tu paciente exactamente lo que planeas hacer y obtén su consentimiento antes de continuar. Esto es particularmente importante si necesitas ayudarle a quitarse la ropa o cambiar las posiciones del cuerpo.
- No aceptes el consentimiento de un representante para restringir el movimiento de un paciente o para restringirlo/a físicamente. Si no tienes su consentimiento, la restricción química (el uso de medicinas para sedar o restringir la libertad de movimiento) es más segura para el paciente y el personal, y es menos probable que cause traumas.
- Los pacientes pueden sentir factores desencadenantes postraumáticos en el entorno del hospital debido a experiencias previas de ser restringidos, aislados o, incluso, despojados de su autonomía corporal. Si un paciente muestra un comportamiento agresivo, intenta resolver la situación con una comunicación tranquila y específica. También es posible que desees pedir la ayuda de las personas de apoyo en quienes el paciente confía en estos esfuerzos.
- Las personas con discapacidad, especialmente aquellas cuyas discapacidades requieren visitas frecuentes a la sala de emergencias, a menudo tienen una gran comprensión sobre sus cuerpos. Son expertos en cómo funcionan sus cuerpos.
- Ten en cuenta que oponer resistencia al tratamiento médico puede significar varias cosas. Puede ser una forma de comunicar la falta de asentimiento o consentimiento, pero también puede presentarse por distracciones sensoriales, falta de control de movimiento, impulsividad, miedo o trauma.
- Para las personas con discapacidad y sus familias y seres queridos, la defensa de sus derechos es una habilidad de supervivencia. Evita términos cargados de valor o que patologizan a las personas con discapacidades. La mayoría de las personas con discapacidades han estado en situaciones en que su comunicación, límites y necesidades no han sido respetados.
- La intuición de un paciente y el estándar de atención de un médico pueden entrar en conflicto. Evita crear conflictos de poder reconociendo la importancia de esta intuición y experiencia. Si debes seguir un protocolo que va en contra de la solicitud de un paciente, explica por qué y haz lo mejor que puedas para trabajar con tu paciente y resolver la situación.
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